El problema al que nos enfrentamos de los millones de toneladas de plástico dispersados por la naturaleza no es nada nuevo para nadie. Es uno de los grandes problemas de la contaminación a la que está sometido nuestro planeta, debemos cambiarlo desde ahora y comenzar el camino hacia un mundo más cuidado y libre de masificaciones de este material.
No somos realmente conscientes de todo el plástico que usamos diariamente, envases de alimentos, bolsas de basura, bolsas de la compra, juguetes…. Siempre que compramos algo, consumimos plástico, ya sea por el envase del producto, el material del producto o la bolsa que pedimos para transportar el producto, ante esta excesiva cantidad de consumo debemos concienciarnos y comenzar a hacer pequeños cambios en nuestras rutinas para obtener grandes resultados. Aunque parezca imposible, es realmente fácil y económico dejar de consumirlo en masa, a continuación, te especificaremos los cambios más importantes que debemos realizar para abandonar el hábito de plastificarlo todo.
- Lo primero, que seguramente la mayoría ya sabe, es llevar nuestra propia bolsa reutilizable a la compra, o un carrito, una mochila… miles de opciones incluso mucho más cómodas que una bolsa de plástico común que a la mínima se nos rompe o se agujerea.
- A la hora de hacer la compra de frutas y verduras es preferible comprarlas sin envasar, tenemos la falsa imagen de que metidos en una bolsa de plástico están más protegidas, un absoluto error, el plástico no lo protege ni limpia la fruta o verdura, simplemente es una costumbre muy contaminante. Te animamos a que la próxima vez que hagas la compra no metas en bolsitas de plástico las naranjas del desayuno o la manzana de la merienda, el planeta te lo agradecerá infinitamente.
- Si es posible compra productos envasados en cristal, no en plástico, estarán mejor protegidos y sin restos de plástico en los alimentos. Recuerda que el plástico contamina el planeta por lo cual también los alimentos.
- Evita comprar botellines de agua, será una mejor opción comprar un termo reutilizable, que se pueda lavar y utilizar las veces que quieras. Esta alternativa no solo es más ecológica, sino que invita a ahorrar el dinero que antes se invertía por unos cuantos mililitros de agua comercial.
- Recordamos que con pequeños cambios en nuestro día a día podemos conseguir no solo cuidar el planeta, sino también nuestra salud y la de los que nos rodean.
