En muchos países obligatorio, como en el caso de EE.UU. y en otros lugares símbolo de descontento con el servicio, ¿cuántas veces nos preguntamos si dejar o no dejar propina? Es un real drama a la hora de pagar la cuenta en un bar o restaurante, la propina está definida como un agasajo, pero recuerda que o siempre sienta bien, a continuación, haremos una lista según los países donde no debes dejar propina, y los que debes hacerlo por costumbres del propio país, así ya no dudarás en dejar o no propina, ni meterás la pata en tus vacaciones por tacaño o generoso de más.
Empezamos por nuestro país, si viajas por España ya debes saber que el dar propina es un acto voluntario, puedes hacerlo o no, simplemente será tomado como un gesto de cortesía y satisfacción con el servicio.
Pasamos a los países donde es necesaria para completar el sueldo de las personas que te están ofreciendo el servicio, estos lugares son: Estados Unidos, (el 15 por ciento del valor de la cuenta es propina ya que es gran parte del sueldo de esa persona que te prestará el servicio), en Canadá se repite lo mismo que ocurre con EE.UU., si viajas a la República Checa tendrás la obligación moral de dejarle entre el cinco y el quince por ciento de la cuenta ya que una vez más es lo que completa el sueldo del camarero.
Ahora nos toca comentar los países donde no es bien visto el gesto de dejar propina, aunque creas que se la merece por un servicio impecable, no lo hagas, correrás el riesgo que te persigan por la calle para devolverte el dinero. En China o Japón es algo inusual y el camarero podrá tomárselo como una ofensa, si te ha gustado el servicio y quieres agradecérselo bastará con decirle gracias, en Singapur ha estado prohibida por ley y mal vista ante la gente pero por causa del turismo se comienza a introducir esta forma de agasajo al servicio, pero te recomendamos que ante la duda no la dejes.
Esperamos que te haya servido este post y no metas la pata estas vacaciones, aunque recuerda que si vas a dejarla debes tener en presente el no utilizar la propina para descargar ese montón de monedas que te pesan en la cartera, -calderilla-, que tenemos en nuestros bolsillos. No hace muy buen efecto y es un gesto poco apropiado y muy poco elegante.
