El lavavajillas es un electrodoméstico que mejora la calidad de vida y ahorra tiempo. Lavar los platos a mano es una de las tareas cotidianas más tediosas. Hoy en día en casi todas las viviendas hay uno. Pero para sacarle el máximo partido hemos de empezar a cambiar nuestros hábitos. Hoy te numeramos los errores más comunes al usar el lavavajillas.
Pre-lavar
Expertos en lavavajillas aseguran que no hay que pre-lavar los platos con agua antes de introducirlos en el aparato, con un simple arrastrado de residuos es suficiente. ¡Nada de estropajo y jabón! Ahorraremos tiempo y agua.
Colocación
En el mercado existen diversas gamas y categorías de tamaños. Es importante averiguar qué tamaño necesitamos para optimizar cada lavado. Así mismo uno de los errores más comunes es no colocar bien la vajilla. Los utensilios grandes, como ollas o sartenes, se deben posicionar en la bandeja inferior, mientras que los más pequeños como vasos, tazas o copas en la bandeja superior. Por otro lado, los cubiertos se deben colocar en las cestas especializadas para ellos, se deben colocar con los mangos hacia abajo para facilitar su lavado.
Sobrecargarlo.
Llenar demasiado el lavavajillas puede resultar contraproducente, algunas piezas pueden salir sucias. Al contrario, poner el lavavajillas con poca loza no es ecológico ni resulta económico. Antes de poner en marcha el electrodoméstico comprueba siempre que los brazos aspersores pueden girar.
No elegir el programa adecuado.
Es necesario adaptar el programa a cada lavado, no es lo mismo lavar ollas o sartenes que platos y vasos.
Sacar inmediatamente la vajilla al acabar el lavado.
Una vez finalizado el programa de lavado, la puerta del lavavajillas se debe dejar media abierta para dejar que la vajilla se enfrié.
