La elección del suelo de una vivienda es una decisión clave, dependiendo de diversos factores como el clima, o el uso, los materiales a elegir deberán variar.
Antes de tomar una decisión debes plantearte cuestiones prácticas como:
¿Qué utilidad se le va a dar a ese suelo?
¿Buscas un suelo cálido o resistente?
¿Cuánto estás dispuesto o dispuesta a gastar?
Si lo que buscas es un suelo único que aporte calidez a tu casa y sobre todo que no tengas que asumir mucho coste, tu elección perfecta es el parquet.
El parquet es un tipo de suelo de madera con una cama de unos 3 mm de grosor según la calidad. Es una de las opciones más baratas y requiere pocas obras, ya que puede instalarse sobre el pavimento anterior, siempre que sea estable.
Ahora sí, si buscas un material inmune a golpes y ralladuras deberás buscar otro tipo de materiales como: suelos cerámicos o gres porcelánico.
No es uno de los materiales más utilizados en la actualidad, pero su gran resistencia al tránsito y al lavado continuo hace que sea uno de los más duraderos. Cuentan con infinitas gamas de acabados, incluso imitando materiales naturales como la piedra o la madera.
El formato también es un punto a su favor, existen grandes dimensiones para evitar el número de juntas. Uno de los mayores problemas de este tipo de pavimento es el coste y la obra.
Si buscas un suelo mucho más económico una buena opción es un suelo vinílico. Pueden ser aplicados fácilmente sobre otros revestimientos. Uno de los puntos más destacados es la facilidad para limpiar y son ideales para zonas húmedas.
