Según la Real Academia Española, freír es “Hacer que un alimento crudo llegue a estar en disposición de poderse comer, teniéndolo el tiempo necesario en aceite o grasa hirviendo.”
Hace unos años que han ido apareciendo en el mercado unos pequeños electrodomésticos que se saltan la última parte y permite freír sin usar ni una gota de aceite.
El secreto consiste en combinar la acción de un grill con una corriente de aire a 200ºC circulando entre los alimentos que se depositan en su interior.
Los alimentos quedan perfectamente cocinados, siendo una solución perfecta para que las personas a dieta puedan disfrutar de esos platos tan apetecibles y que les están vetados. Los alimentos cocinados con estas freidoras no tienen nada que envidiar a sus homólogas aceitosas.
Otro punto a favor de estos aparatos es el ahorro de energía, puesto que el calor se usa directamente en los alimentos y no se consume precalentando el aceite. Otros son la limpieza (ni salpicaduras, ni humos, ni olores, ni aceites sucios) y la seguridad (no hay riesgo de quemaduras por salpicadura).
Suelen poseer un separador para cocinar diferentes alimentos sin mezclar los sabores y filtros de aire para eliminar los olores que se puedan desprender.