La cocina está llena de accesorios que utilizamos constantemente, por eso es necesario una buena metodología de orden para encontrar todo en su sitio cuando nos ponemos a cocinar.
Empezamos por la comida, una despensa bien ordenada.
Lo primero es vaciar la despensa. Saca todo a un lado y empieza a clasificar los productos que tienes por bloques. Las latas, las pastas, líquidos, etc. A la hora de colocar todo de nuevo en la despensa, sitúa lo que caduca antes en primera fila, así no tendrás que tirar nada.
Un sistema de almacenaje abierto es una gran solución para tus reservas de comida, te permite saber con rapidez de qué dispones y te será más fácil cogerlo en el momento de preparación.
Por ejemplo, una estantería metalizada o de madera con todos los alimentas colocados en botes o latas harán mucho más atractiva tu cocina. Y podrás rellenarlos conforme se vayan acabando. También es más práctico y evitarás las roturas de los envases que acaban llenando las despensas de harinas, sal u otros ingredientes.
Accesorios de cocina.
Para mantener una línea práctica tienes que pensar en las cosas que tienes y donde las vas a colocar. Los utensilios de cocina y la vajilla puedes organizarla según su uso, poniendo más cerca los platos o accesorios que más utilizas. Las cosas más pequeñas puedes guardarla en cajones.
Si quieres sacar el máximo partido a los interiores de tus muebles puedes añadir accesorios como bandejas, divisores o separadores que te darán más espacio extra. Y si aun así necesitas más espacio la solución perfecta son carritos multiusos.
El armario de la limpieza.
Una buena idea es destinar un espacio para situar todos los productos de limpieza. Al igual que con los utensilios lo más práctico es situar lo que usas a diario en un estante y lo que usas semanalmente en otro.
